El probiótico Probimel, al alcance de todos

En esta época del año es cuando nosotras nos notamos más cansadas, nos ponemos enfermas más a menudo y estamos un poco alicaídas, por eso hemos decidido poner freno a esto y cuidarnos con probióticos Probimel, para sentirnos mucho mejor y cuidar nuestro organismo de una manera muy fácil y natural.

Probiótico Probimel

A ver si somos capaces de explicaros lo que nos aporta Probimel de una manera sencilla y que lo podáis entender sin entrar en términos muy complejos. Antes de nada es muy importante la labor de los Lactobacilos, que es una bacteria que nos ayuda a mejorar el equilibrio de la flora intestinal haciendo que mejoren nuestras digestiones, protege nuestro organismo de microorganismos que podrían causar enfermedades gastrointestinales y también disminuye el estreñimiento.

Tomando Probimel ayudamos a nuestro organismo a funcionar mejor y prevenir diversas patologías, y si ya las sufrimos las combate de manera eficaz, por cierto que son bacterias, por lo que estamos hablando de sustancias vivas, así que necesita una conservación por debajo de los 25 grados, por lo que ahora podríamos tenerlo fuera del frigo si no tenemos calefacción en casa, aunque una vez abierto sí deberemos tenerlo en frío.

En este caso es un producto que estamos probando las dos, mi compañera está en periodo de lactancia y hemos confirmado que es seguro que lo tome en esta bonita etapa. Y es que después del parto ha notado como le cuesta más hacer las digestiones y los propios médicos le han mandado que tome probióticos, así que se ha decidido a tomar Probimel para regular su flora intestinal.

Este es el pack que llevamos unas semanas probando y que os vamos a contar cómo nos ha ido desde que lo estamos tomando y nuestras impresiones.

Dentro de cada lata hay una botella con el probiótico, viene así para conservarlo de la luz, ya que no debería darle para que no se altere su contenido. A la hora de tomarlo nosotras debemos ingerir 5 ml al día (mirar la posología en cada caso), y nos resulta más sencillo tomarlo en una jeringuilla de las que les damos a los peques los jarabes, así tenemos la dosis exacta, mejor que con el vaso dosificador que viene con el propio probiótico. El sabor es bastante extraño, la primera vez quizás algo desagradable, no os vamos a engañar, pero nosotras estamos acostumbradas a este sabor que nos recuerda al kéfir, de todas formas si veis que os cuesta tomarlo solo podéis tomarlo diluido en cualquier bebida.

Y después de estar tomándolo durante un mes hemos notado bastante mejoría en nuestro organismo, sobre todo destacamos el hecho de que nos resultan menos pesadas las digestiones, y bueno por ahora estamos muy contentas y seguiremos tomándolo durante estos meses de frío para descansar una temporada en primavera.  ¿Os animáis a probarlo?

Visita la Web de Probimel y su página de Facebook para obtener más información.